EA, Escuela Abierta, 2019 22, 3-27
Vargas-Soria, P., García-Gómez, B. y Jiménez-García, E. | 17
mente en la web donde tienen lugar los encuentros sociales, en tiempo real o diferido. Es decir, consideramos que
una red social es una herramienta diseñada para crear espacios capaces de promover o facilitar la formación de
comunidades e instancias de intercambio social (Cobo y Pardo, 2007).
En general, las redes sociales brindan a los usuarios una forma de interacción social abierta (Tomás y Navarro,
2011), en la que pasan de ser meros receptores de información a ser productores y a través de la que aprenden unos
de otros, compartiendo una compilación de recursos (Lozano, 2004). Precisamente esta es otra de las utilidades
que aportan de cara a la formación de los estudiantes en competencias. Pues bien, hoy la educación universitaria
cambia el rol del estudiante del mismo modo que lo hacen las redes sociales (Valenzuela, 2013): los nuevos mo-
delos de aprendizaje pasan por el incremento del protagonismo e iniciativa del estudiante, en detrimento de la
clase magistral. Además, estamos siendo testigos de un cambio de dirección en la práctica docente, de un modelo
bidireccional (tutoría) o, en ocasiones unidireccional (lección magistral) pasamos a otro de carácter colaborativo,
en el que emergen elementos como la evaluación entre iguales o el trabajo en equipo. Precisamente en esta línea
(Dapía y Escudero, 2014) reconocen la capacidad de las redes sociales para superar paradigmas centrados en la
lección magistral que promueven la participación, la interacción y la colaboración como bases del aprendizaje
para la innovación y la mejora de la calidad. En definitiva, y de acuerdo con Gómez, Roses y Farías (2012), las redes
sociales contribuyen a impulsar un aprendizaje constructivista y colaborativo.
La idea es mejorar el proceso de aprendizaje empleando la atracción del colectivo de estudiantes por las nuevas
tecnologías, a la par que se consigue una mayor implicación de estos derivada de la asunción de un papel protago-
nista dentro de su propio proceso formativo y del de sus compañeros de aula. No podemos olvidar que estamos
ante un colectivo habituado al uso de estas herramientas (Del Fresno, 2011), o de lo que se ha dado en llamar «na-
tivos digitales» (Prensky, 2001).
Ya ha quedado demostrado en varios estudios que el empleo de redes sociales, como apoyo a la formación, mejora
los resultados de aprendizaje de los estudiantes (Saquete y otros, 2011 y Del Moral y Villalustre, 2012). Pese a estas
conclusiones, hemos constatado que el uso de las redes sociales como una herramienta didáctica está reservada a
experimentos aislados, así lo entienden, entre otros Dapía y otros (2014) y Poza, Calduch, Albors, Cabrera, Teruel,
Rebollo y Díez (2014).
El objetivo es aprovechar el potencial de las redes sociales para estimular al estudiante, así como para promover
aprendizajes significativos y optimizar el esfuerzo de todos los participantes en el proceso (Poza y otros, 2014). No
en vano es una realidad que el uso de estas herramientas favorece la incorporación de profesionales al mercado
laboral con el consiguiente beneficio que esto tiene para su inserción en un mercado dominado por los medios
digitales (Vivar, García, Vinader, Núñez y Martín, 2012). Ahora bien, en medio de estas evidencias a favor del em-
pleo de las redes sociales en el ámbito educativo, no es menos cierto que su utilidad y buenos resultados suponen
un reto para los docentes que son quienes deben encontrar la manera de innovar e incorporarlas en el proceso de
enseñanza y aprendizaje (Ricardo y Chavarro, 2011).
Cada red tiene sus rasgos característicos que le atribuyen un perfil más o menos idóneo para el desarrollo de de-
terminadas actividades o tareas. Es por ello que el empleo combinado de varias redes diferentes permite optimizar
los resultados globales, en términos de adquisición de competencias. De entre las muchas redes sociales existentes,
en este proyecto optamos por el empleo de Facebook y Twitter, complementadas con Pinterest, si bien en este
artículo nos centraremos en el uso de la primera de ellas.